Ficha de Kamui~

Al nacer dentro de una familia de cazadores, Kamui perteneció a los Uróboros prácticamente desde siempre. Todos esperaban grandes cosas de él, ya que era el hijo de un importante general, quien se aseguró de entrenarlo para hacer de él el cazador perfecto. Aquél ideal casi irrealizable que su padre tenía para con él suponía una enorme carga sobre sus hombros, aún desde niño. Nunca pudo demostrarlo abiertamente, ya que se le vería como la vergüenza de la familia, pero en realidad él no tenía verdaderamente un deseo de matar a los vampiros pese a todo lo que le contaron. Por supuesto, aquello se debía más que nada a que no había vivido ninguna experiencia cercana hasta el momento con las criaturas despiadadas de las que tanto se le había hablado.

Fue sólo a la edad de seis años, cuando su hermanita Kagura acababa de nacer, que su padre lo llevó por primera vez a una expedición con otros cazadores para que fuese ganando experiencia en el terreno de juego. Se suponía que iba a ser una cacería de rutina, nada demasiado peligroso y sólo lo suficiente para que el pequeño aprendiera lo que se sentía estar de caza y los cuidados que había que tener, pero la cosa se complicó cuando de la nada comenzaron a llegar más vampiros a atacarlos, tendiéndoles una emboscada. Sin más tiempo de prácticas o explicaciones, su padre le entregó una pistola cargada con balas de agua bendita para que exterminara cuantos pudiera, pero al apuntar hacia uno de los vampiros (era una mujer joven) no pudo apretar el gatillo. Era un niño, se sentía demasiado intimidado y la situación lo superaba, por lo que lo único que atinó a hacer fue echar a correr descuidadamente, rompiendo la pequeña defensa del grupo de cazadores y dándole así la oportunidad a los vampiros para atacar.

Su padre corrió tras él para protegerlo de los vampiros, pero uno de ellos se le adelantó y se lanzó contra el pequeño. Sin pensarlo dos veces, el hombre se atravesó en medio para evitar que Kamui saliera herido, recibiendo así toda la fuerza del ataque que acabó con su vida en el acto. Él se salvó únicamente porque los demás cazadores consiguieron manejar la situación a tiempo y rescatarlo, pero desde ese día Kamui comprendió el verdadero motivo por el cual debían exterminarlos, y le costó un precio muy alto.

Ante la muerte del cabeza de la familia y uno de los mejores cazadores, Kamui asumió la responsabilidad él mismo y dio lo mejor de sí durante los años siguientes no sólo para entrenar y perfeccionarse, sino que para hacer que su hermana no sintiese la falta de un padre; se volvió muy unido con ella, queriendo brindarle todo el afecto que le hubiese dado su padre. De momento las cosas parecían ir bien, hasta que un grupo considerable de vampiros encontró su campamento y desató una feroz batalla con aquél grupo de Uróboros. Aquél día se conoció como "el gran exterminio de la facción Alfa", la rama en la que él se encontraba. De no haber huído con Kagura lejos de toda la masacre, habrían muerto como todos los demás. Kamui realmente no quería escapar, pero fue el último deseo de su madre el pedirle que escaparan cuando ella ya estaba agonizando tras haber sido parcialmente descuartizada, de la cintura para abajo.

Tras deambular casi dos semanas perdidos en la selva, lograron dar con un colega de otra rama, el cual los reintegró y acogió en la facción Delta, la que sería su nueva "familia". Ahora que estaba solo con Kagura se volvió mucho más sobreprotector y apegado a ella. No quería dejarla sola por miedo a que algo le pasara, ya que era su única familia con vida. Si bien seguía relacionándose con otros miembros del grupo (como Soul, allí fue donde lo conoció), procuraba no despegarse demasiado de su hermana, lo cual con el tiempo llevó a despertar ciertos sentimientos que no eran muy frecuentes de ver entre los humanos. Para cuando se dio cuenta, Kamui se había enamorado de su propia hermana... ya fuera por la falta de sus padres que sólo lograban aplacar cuando estaban juntos o por más bien volverse tan necesarios el uno al otro, el destino los había unido de aquella forma en la que sólo sobrevivirían si se mantenían juntos.

Debido a que no era algo usual entre los humanos y temían que los expulsaran del clan por su incestuosa relación, mantuvieron su romance en secreto y se dedicaron a pasar tiempo a solas con la excusa de entrenar, aunque cada tanto y para no levantar sospechas salían en grupos a hacer rondas de vigilancia con Soul y los otros adolescentes del grupo Delta. Fue en una de esas rondas donde los emboscaron otros vampiros que exterminaron a la rama Alfa y ahora querían dar un golpe similar a esta.

Ellos si bien tenían armas, no esperaban verdaderamente un ataque de tal magnitud. Los superaban en número y en fuerza, y ellos aprovecharon eso para separarlos y atacarlos de a uno. Los chicos apenas pudieron contrarrestar el ataque, y ante un descuido inevitable, el grito de Kagura lo hizo desesperarse para salir como rayo a buscarla aún entre toda la pelea. No pudo llegar a tiempo, y apenas consiguió ver el rostro agonizante de ella justo antes de que un vampiro acabase con su vida también.

Sintió que se le fue el alma en ese momento. Todo, absolutamente todo lo que tenía se le fue arrebatado para siempre. Hubo un cambio drástico en él a partir de entonces, y es probable que ese haya sido el momento en el que algo se desestabilizó en su cabeza. Se enmascaró con esa coraza falsamente amigable, una sonrisa que por momentos de la situación podía verse cínica y fría, y su único objetivo desde ese entonces fue matar a cuanto vampiro pudiese antes de morir él.

De ese modo entrenó arduamente los años siguientes hasta que fue incluido en un selecto grupo de cazadores para realizar una misión de alto riesgo: infiltrarse en la academia Astra para recopilar toda la información posible sobre los vampiros y así conseguir el mayor exterminio de la historia al activar todos al mismo tiempo su plan maestro de destruirlos desde adentro de su propia fortaleza. Ingresó como profesor para así poder tener más a su alcance los registros de sus alumnos y más información a su disposición.