Ficha del Bad Boy

Si bien la familia Densen no era una de las 3 principales entre los vampiros, era una muy bien acomodada y extremadamente adinerada. La familia prosperaba con el paso del tiempo, y los nuevos miembros que nacían en ella tenían la responsabilidad de continuar con el legado de la prosperidad para continuar creciendo. Sin embargo, se llegó a un punto en el cual la codicia comenzó a apoderarse de unos cuantos integrantes de la familia, quienes quisieron librarse de los otros miembros para heredar toda la fortuna.

Así fue como el cabeza de la familia, el más antiguo y conocido como el "abuelo", murió "misteriosamente" una noche. Todos los hijos se echaban la culpa los unos a los otros para tratar de librarse de la mayor cantidad posible de "competidores" y así quedarse con la herencia. Bent era muy pequeño cuando ocurrió todo aquello, y su madre, asustada ante una posible guerra interna, pasó a encerrarse la mayor parte del tiempo con ellos en una de las recámaras, principalmente para cuidar a Kent, su hermano menor, el cual había tenido muchos problemas al nacer y estaba siendo atacado por una enfermedad desconocida.

Mientras tanto, su padre y su único hermano mayor, Klaus, lidiaban con el conflicto familiar, ya que ellos pertenecían a lo que sería la "rama principal" y tenían más posibilidades de heredar una mayor parte de la fortuna, si no es que toda. Por ende, al resolver que ellos serían los más beneficiados, los demás tíos y primos hicieron una alianza temporal para ponerse en contra de ellos, y ya sin poder soportar más tiempo esas condiciones de vida tan estresantes y desesperantes, el padre, que ahora era el polémico cabecilla de la familia, decretó que el próximo en lanzar un ataque de algún tipo sufriría las consecuencias. Él mismo aún estaba investigando quién pudo haber asesinado al "abuelo", y sus palabras dejaron callados a más de uno, principalmente porque no les convenía abrir la boca en esos momentos.

Pero la tensión terminó por carcomer la cabeza de la mente detrás de todo aquello, y sin poder soportarlo más, cegado por la gran fortuna y el poder, tomó una de las espadas que decoraban las paredes y antes de que alguien pudiese advertirlo, decapitó al actual cabeza de la familia.

Todos los demás miembros presentes quedaron prácticamente petrificados al presenciar la escena y descubrir que no había sido ninguno de los hermanos, sino que todo fue obra del propio Klaus, quien no dudó en matar a su padre y tampoco le temblaría el pulso para matar a todos sus tíos. Fue poco lo que pudieron hacer, puesto que Klaus ya había perdido la cordura y los asesinó a todos.

Algo extrañado ante el ruido que se escuchaba afuera, Bent quiso salir a ver qué ocurría. Salió de la recámara de su madre y se encaminó a la sala principal de la mansión, encontrándose entonces con un escenario digno de un campo de batalla, con todos los cuerpos de sus tíos, primos y de su padre mutilados en el suelo, con la sangre manchando toda la estancia. Una imagen demasiado fuerte para un niño, y anonadado como estaba, retrocedió hasta tropezar con un brazo cercenado en el suelo y caer sentado contra este. Gritó aterrado en cuanto vio lo que lo había hecho caer, y no tardó en encontrar a su hermano Klaus en el centro de la sala. Le estaba dando la espalda, y estaba completamente bañado en sangre.

Bent le preguntó desesperado a su hermano por lo que había ocurrido, lo primero que se le vino a la mente fue que un grupo de cazadores había ingresado a la mansión. Pero todas sus preguntas fueron contestadas en cuanto Klaus se giró para mirarlo, con una sonrisa lunática en el rostro y espada en mano. Avanzó hacia él, dispuesto a matarlo para silenciarlo también y quitarlo del camino, pero Bent reaccionó a último minuto y saltó para esquivar el filo de la espada. No obstante, Klaus arremetió contra él en un rápido movimiento, y el menor ya no pudo esquivar el golpe esta vez. Lo último que vio con su ojo derecho fue el filo ensangrentado de aquella espada acercándose a una gran velocidad, y luego llegó el dolor más intenso que sintió en toda su vida, obligándolo a retorcerse de dolor en el suelo y gritar como nunca.

Justo cuando Klaus estuvo a punto de darle el golpe de gracia, apareció su madre corriendo desesperada hasta la estancia para ver qué pasaba. Decir que se horrorizó ante tal escena era poco, y en cuanto el hijo mayor la vio, todo lo que pronunció fueron unas palabras espeluznantes inmersas en su propia locura: "es una pena que hayas visto esto, madre. Planeaba dejarte con vida para que pudieras servirme de ahora en adelante, pero ahora que lo viste todo no me dejas otra opción..." y mientras que Bent agonizaba de dolor en el suelo, fue testigo de como su hermano decapitaba a su propia madre. El shock fue tanto que perdió el conocimiento, justo cuando ingresaban a la mansión los guardias para ver qué pasaba.

Klaus se las arregló para alegar que uno de sus tíos había comenzado con la masacre y que se volvió loco de repente, y él en su defensa tomó una de las espadas y consiguió matarlo. Bent y Kent sobrevivieron únicamente gracias a la intromisión de los guardias, quienes rápidamente tomaron cartas en el asunto y los enviaron a un hospital para que fuesen tratados en lo que llevaban a cabo una investigación.

Klaus había sido cuidadoso para no dejar pistas que lo inciriminaran, y el único testigo que quedaba era su querido hermano menor, por lo que bajo la excusa de cuidarlo hasta que despertase, esperó sentado a su lado hasta el día en el que volvió a abrir su ojo. Lo primer que hizo fue taparle la boca y aprisonarlo contra la cama para que no intentase nada. Le dejó muy en claro la situación actual para que se mantuviese callado, agregando una amenaza extra que sin duda sería la garantía para cerrarle la boca permanentemente: Si él hablaba, le decía adiós a Kent, quien estaba al cuidado de su hermano en otro hospital.

Debido a que había ciertas dudas sobre la legitimidad de Klaus como hijo propio de la familia (ya que se rumoreaba que había sido concebido por su padre y una sirvienta a escondidas), la herencia pasó toda a manos de Bent, quien era el gemelo mayor. No obstante, como Klaus era mayor de edad y el único familiar vivo, se le concedió el derecho de ser su tutor hasta que cumpliese los 24, por lo que toda la fortuna fue confiscada por él. No tenía permitido gastar un sólo centavo, pero de esa forma se aseguraba de que Bent tampoco pudiese usar el dinero heredado.

Pasaron los años y Bent cada vez estaba más inquieto por el hecho de no poder hacer nada, y apenas tenía permitido hablar con Kent. Cada vez se estaba volviendo más cerrado y violento, y no pasó mucho hasta que se internara en los barrios bajos para ir y buscar pelea con todo el mundo, ya fuesen vampiros o humanos, lo que quería era volverse fuerte para encargarse de matar a Klaus con sus propias manos. Allí fue aprendiendo mucho acerca de las peleas y pudo volverse muy fuerte, pero aún sabía que no estaba listo para enfrentarse a su hermano.

Justo cuando había cumplido los 18 y tenía más autonomía para al menos poder ir a visitar a Kent cuando quisiera, Klaus decidió hacer otra de sus jugadas y enviarlo a la academia para sacárselo del medio y poder seguir amenazándolo desde la distancia, ahora que tenía a Kent en sus manos y Bent no podía hacer nada desde allí.

Es por eso que siempre está intentando escaparse del internado, porque le urge ir a ver a Kent, y esta vez pretende partirle la cara a su hermano, sin importarle si es o no lo suficientemente fuerte.