• Historia del Foro

En el Siglo XV surgió una poderosa familia de vampiros en Valaquia, lo que ahora es el sur de Rumanía. Se hacía llamar la dinastía Drăculești, y el más famoso de todos esos descendientes fue el mismísimo Vlad Tepes, comúnmente llamado "Vlad, el Empalador". Fue un gran Príncipe que se encargó de luchar contra los países enemigos en sus tiempos, y que además, empalaba a la gente que osaba oponerse a él.

Sin embargo, poco antes de su muerte, una secta conocida como "Uróboros" comenzó a tomar fuerza. La gente de este gremio se dedicaba a cazar vampiros bajo las protecciones del Vaticano, aunque poco se sabe cómo surgió, ya que todos los documentos fueron extraviados. Suponiendo que sería peligroso quedarse en Valaquia, Vlad ordenó que sus descendientes fueran llevados a un lugar desconocido, donde se mantendrían a salvo hasta que los Uróboros fueran exterminados.

Sólo Ileana, una hija "secreta" del Príncipe, logró huir hacia Francia, dónde se ocultó bajo el nombre de "Claudia". Poco a poco, gracias a ella y a un par de vampiros más que la acompañaron, su gente comenzó a crecer en número, alimentando así los rumores de que existían seres que te chupaban la sangre hasta matarte. Ileana, como era de esperarse, tuvo descendientes que siguieron con el linaje de los Tepes, hasta que los Uróboros llegaron también al Oeste de Europa.

Por aquellos años un "Nuevo Mundo" había sido descubierto, por lo que la hija mayor de Ileana decidió escapar en una embarcación hacia La Provincia de Massachusetts, la cual era una de las Trece Colonias Británicas. Se instaló durante un tiempo en Salem, donde conoció a un hombre llamado Terrance, del cual se enamoró y transformó, para así pasar el resto de la eternidad juntos. Pero no todo fue tan sencillo, y en 1692, cuando la Caza de Brujas comenzó (bajo las órdenes del comandante de los Uróboros).

Mientras que la hija de Ileana escapó de Salem junto con su hija, su esposo no lo logró. Fue quemado en la hoguera, y sus cenizas fueron bañadas en agua bendita para evitar su posible resurrección. Dolida por su pérdida, la última descendiente de los Tepes (puesto que el resto de su familia en Europa había muerto) llegó hasta Pensilvania, dónde vivió definitivamente. Sabía que ella no era la única que había pasado por la pérdida de un ser querido, y que pese a ser vampiros, ellos sufrían lo mismo cuando alguien moría. Así que, queriendo ayudar a los vampiros desamparados que se encontraban en las Colonias Británicas, Francesas y Españolas, abrió una Academia especializada no sólo en proteger a los vampiros, sino también en tratar de ayudarles a adaptarse a las épocas actuales. Así fue como nació la Academia Astra.

Aunque claro está, esta Academia era exclusiva para el género femenino, por lo que sólo las vampiresas podían pasearse por los corredores e intentar llevar una vida relativamente mortal. Con el paso de los siglos, Anna, la última nieta de Vlad Tepes, decidió dejar de beber sangre para así morir y reunirse con su amado esposo. Fue así como la dirección de la Academia pasó a manos de su única hija, Kalifa Tepes.

Es ahora cuando llegamos al Siglo XXI. Por razones desconocidas, incluso para las hijas de Kalifa, la vampiresa decidió abrir las puertas de la Academia que alguna vez fue de su madre, no sólo para los vampiros del sexo masculino, sino también para los jóvenes humanos. Sin embargo, prohibió el ingreso de las mujeres humanas a la Academia, cosa que no sólo ha despertado la curiosidad de las grandes familias de vampiros en el mundo... sino también de los altos cargos entre los mortales.